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jueves, 24 de mayo de 2012

Extraña superconductividad bidimensional en un material


Unos científicos que han estado estudiando un material que parecía perder su capacidad de conducir sin resistencia la corriente eléctrica revelan ahora que sus nuevas mediciones demuestran que el material mantiene en realidad dicha capacidad, pero pasando a ser un superconductor sólo en dos dimensiones.
Parte de la investigación ha sido llevada a cabo en el Laboratorio Nacional de Brookhaven.
La meta de la línea de investigación que este estudio ha abierto es averiguar por qué y cómo estos materiales actúan como superconductores. El objetivo práctico final sería usar ese conocimiento para desarrollar superconductores que operen a temperaturas lo bastante altas como para hacerlos útiles para aplicaciones tales como líneas de conducción eléctrica de alta eficiencia.
El concepto básico sobre el que se sustenta la superconductividad es que los electrones, que normalmente se repelen entre sí debido a que tienen cargas iguales, forman parejas para conducir sin resistencia la corriente eléctrica. Los superconductores metálicos convencionales hacen esto a temperaturas cercanas al cero absoluto (0 grados Kelvin ó 273 grados Celsius bajo cero), requiriendo de costosos sistemas de enfriamiento. Más recientemente, los científicos han descubierto materiales que se vuelven superconductores a temperaturas superiores, dando ello esperanzas sobre la posibilidad futura de crear dispositivos que operen a temperatura ambiente.
El físico John Tranquada del Laboratorio de Brookhaven, quien dirigió la investigación, y sus colegas, han estado estudiando un material estratificado compuesto por lantano, bario, cobre y oxígeno (LBCO, por las siglas de estos elementos) donde la proporción de átomos de bario con respecto a los átomos de cobre es exactamente de 1 a 8. En una gama de composiciones con niveles superiores e inferiores de bario, el LBCO actúa como un superconductor de "alta temperatura". Pero con la misteriosa proporción de 1 a 8, la temperatura de transición en la que se activa la superconductividad desciende hacia el cero absoluto.
Este material exhibe otra propiedad interesante: un patrón inusual de carga y magnetismo que numerosos teóricos habían considerado durante mucho tiempo que era incompatible con la superconductividad.
Combinando los resultados de los experimentos recientes realizados por el equipo de investigación con otras mediciones, los autores del estudio ahora consideran que existe una forma sutil de superconductividad confinada al plano bidimensional del óxido de cobre en el LBCO con la proporción antes citada de 1 a 8.
Por alguna razón, el material es incapaz de acoplar coherentemente esa superconductividad entre los planos. Es como si usted estuviera en un rascacielos donde los ascensores se hubieran averiado y no existiera escalera alguna. Podría moverse dentro del mismo piso, pero no de un piso a otro. Ese es el caso de las parejas de electrones en este material; no pueden moverse de un estrato al siguiente.
Los científicos están particularmente intrigados por esta singular forma de superconductividad bidimensional debido a que se activa a una temperatura superior a aquella en la que se activa la superconductividad tridimensional normal en otras formas del LBCO.
VÍCTOR LÓPEZ GARCÍA

Hacia la producción de plástico conductor de electricidad


¿Plástico que conduce la electricidad, y metal que no pesa más que una pluma? Suena como a un mundo al revés. Pero unos investigadores han logrado crear plásticos que conducen la electricidad y reducir los costos de producción al mismo tiempo.
Difícilmente podríamos encontrar mayores contrastes entre los materiales de un mismo producto. El plástico es ligero y barato, pero es un aislante eléctrico. El metal es resistente y conduce la electricidad, pero también es caro y pesado. Hasta ahora, no había sido posible combinar las propiedades de estos dos materiales.
El IFAM en Bremen ha ideado una solución que combina lo mejor de ambos mundos sin requerir de nueva maquinaria para procesar los componentes.
El mayor reto para los investigadores ha estado en crear el plástico capaz de conducir electricidad. Incorporar circuitos impresos a los componentes plásticos, como por ejemplo en automóviles o aeronaves, ha venido siendo un proceso difícil. Hasta ahora, esto sólo era posible mediante la vía indirecta de perforar y doblar láminas de metal en un complejo proceso destinado a integrarlas en un componente.
La nueva solución es más simple: un material compuesto. Los distintos materiales no son meramente pegados uno con otro, sino que se mezclan en un proceso especial para formar un solo material. Este proceso produce una red homogénea y bien unificada que conduce la electricidad. Además, pesa muy poco.
El compuesto posee la estabilidad química y el bajo peso deseados, junto a la conductividad eléctrica y térmica de los metales. Dado que con un material así, en un futuro cercano, ya no será necesario integrar circuitos metálicos con piezas de plástico, y teniendo en cuenta que los innovadores componentes hechos con este material híbrido pronto se podrán producir en un solo paso básico, los costos de producción se reducirán drásticamente.
VÍCTOR LÓPEZ GARCÍA

Resolviendo los misterios del vidrio metálico


Unos investigadores del MIT han realizado progresos significativos en la comprensión de una clase de materiales que se han resistido a los análisis durante décadas. Sus hallazgos podrían conducir al rápido descubrimiento de una variedad de nuevos tipos de vidrios útiles, creados a partir de aleaciones metálicas, que tengan aplicaciones mecánicas, químicas y magnéticas potencialmente significativas.
Los primeros ejemplos de aleaciones metálicas que pueden ser convertidas en vidrio se descubrieron a finales de la década de 1950 y llevaron a una frenética actividad de investigación. Pero, a pesar de los intensos estudios, hasta ahora nadie ha resuelto el enigma de por qué algunas aleaciones específicas pueden formar vidrios y otras no, o cómo identificar a los candidatos prometedores.
Los vidrios son sólidos cuya estructura es esencialmente la de un líquido, con átomos dispuestos aleatoriamente en vez de en los patrones ordenados de un cristal. Por regla general, éstos se fabrican enfriando con rapidez un material fundido.
Es muy difícil hacer vidrios a partir de metales, en comparación con cualquier otra clase de materiales, tales como semiconductores, cerámicas y polímeros. Décadas de esfuerzos de científicos en todo el mundo se han concentrado en comprender y explotar las propiedades extraordinarias de estos materiales, y en averiguar por qué se pueden convertir en vidrio algunas aleaciones y otras no.
La nueva investigación es el resultado de una colaboración entre Carl V. Thompson y Johannes A. Kalb, ambos del MIT, y Yi Li y Qiang Guo de la Universidad Nacional de Singapur.
En el estudio, ellos produjeron una serie de aleaciones diferentes con proporciones ligeramente variables de dos metales, cada una depositada en un dedo metálico microscópico diferente. Entonces, analizaron los cambios en la densidad de cada mezcla diferente cuando se cristalizaba el vidrio, y descubrieron que había unas pocas proporciones específicas que tenían densidades significativamente superiores a las otras, y esas aleaciones particulares eran las que podían formar vidrios con facilidad. De tres de estas proporciones especiales que encontraron, dos ya eran conocidas en su capacidad de formar vidrios, pero la tercera fue un nuevo descubrimiento.
Los resultados de esta investigación podrían conducir incluso a una solución para el antiguo enigma de por qué sólo ciertas aleaciones forman vidrios. Los autores del estudio esperan que estos nuevos resultados, y la técnica que ellos desarrollaron para obtenerlos, desempeñen un papel crucial, y quizá decisivo, en la solución del misterio de la formación de vidrios metálicos.
LENTES DE CONTACTO CON CIRCUITOS

En la Universidad de Washington, un grupo de ingenieros has creado unos lentes de contacto que tienen circuitos integrados y diodos que ayudan a proyectar luz directamente sobre los ojos.
En una primera etapa estos dispositivos fueron probados sobre conejos por alrededor de 20 minutos sin que los ojos de estos sufrieran afectos adversos y ahora están estudiando un sistema de comunicación inalámbrica.
Los usos de estos lentes serian varios, una persona tendría la capacidad de realizar un zoom o cargar la composición de su sangre, los conductores verían en forma continua la velocidad del vehículo (como si estuviera impresa en el parabrisas) y los aficionados a los videojuegos contarían con la capacidad de encontrar verdaderos videojuegos virtuales.
Hasta se podría navegar por Internet son la necesidad de llevar ningún dispositivo en la mano mientras se camina por la calle.
Estos lentes de contacto cuentan con láminas metálicas con un ínfimo espesor, imposible de llevar a cabo sin la ayuda de la nanotecnologia.


Lentes de contacto con circuitos


http://www.rtve.es/noticias/20090911/lentes-contacto-con-circuitos-incorporados-para-ver-como-cyborgs/292076.shtml

Jesús Rubio

Nueva tecnología para eliminar ruidos molestos


El ruido de los aviones a reacción es causa de problemas medioambientales en las zonas habitadas cercanas a los aeropuertos, lo cual obliga a las aeronaves a ejecutar procedimientos a menudo complejos que amortigüen el ruido durante el despegue o el aterrizaje.
 Para mejorar esta situación, unos ingenieros del Instituto de Investigación del Georgia Tech (GTRI), se han concentrado en el uso de materiales innovadores que permitan un nuevo enfoque en la física de la reducción del ruido. Han descubierto que estructuras con forma de panal, compuestas por muchos tubos o canales pequeños, pueden reducir el sonido de manera más efectiva que los métodos convencionales.
La nueva estrategia se basa en un fenómeno físico distinto del subyacente en las técnicas tradicionales, que absorben el sonido pero que lo hacen con gran diferencia de eficacia según las frecuencias de éste.
Muchos materiales amortiguadores de sonido explotan el hecho de que las ondas sonoras resuenan en el aire con frecuencias distintas. De la misma forma que el aire soplado dentro de una botella produce una resonancia con un tono muy particular, una onda sonora que golpea una superficie especial resonará en ciertas cavidades, y como consecuencia, disipará su energía.
El inconveniente de este enfoque tradicional para la reducción del ruido es que los sistemas sólo funcionan con ciertas frecuencias, aquellas que pueden hallar las cavidades u otras estructuras en las cuales resonar.
La investigación, dirigida por Jason Nadler, ingeniero investigador del GTRI, abarca varias cuestiones, pero en particular la absorción sonora de banda ancha, un método para la reducción del sonido que no depende de la frecuencia o la resonancia. Con esta estrategia, tubos paralelos muy pequeños en un medio poroso metálico o de cerámica, forman una estructura semejante a un panal que atrapa el sonido independientemente de la frecuencia. En lugar de resonar, las ondas sonoras se sumergen en los canales y se disipan mediante un proceso distinto, que incluye la interacción de un sólido con un gas u otro fluido. En este caso, un gas (ondas sonoras compuestas por aire comprimido), el cual contacta con un sólido, que es el medio poroso, y se debilita por la fricción generada. El resultado es que las ondas sonoras no resuenan, sino que simplemente se disipan.
VÍCTOR LÓPEZ GARCÍA
LAS LENTES ESPIAS

Para aquellas mujeres que les gusta espiar Spycatcher inventó un modelo de gafas femeninas que incluye una cámara inalámbrica de video que envía el video y el audio a un grabador digital donde es almacenada la información. A su vez este grabador tiene un pequeño parlante y una pantalla para luego poder ver y oír lo grabado. Dicha cámara graba en NTSC a 510×492 o PAL a 500×582 píxeles. Además este curioso e ingenioso invento posee una memoria interna de 32 Mb y la misma se puede ampliar.



www.youtube.com/watch?v=6Rt414W1L4kç

Jesús Rubio

Un calentamiento muy súbito del oro endurece en vez de ablandarlo


El sentido común nos dice que cuando se calienta alguna cosa, ésta se hace más blanda, pero un equipo de investigadores dirigido por el profesor de física y química R.J. Dwayne Miller de la Universidad de Toronto, ha demostrado un caso exótico en el que sucede exactamente lo contrario.
En la investigación, el oro fue tratado de una manera especial, más allá de las posibilidades de un herrero calentando un metal para trabajarlo mejor. Y por ello, la conducta del oro también fue muy distinta a la que tiene cuando se le calienta de manera normal.
Los autores del estudio calentaron el oro a un ritmo colosal, mayor de mil billones de grados por segundo, durante unas fracciones de segundo.
La velocidad del calentamiento fue la clave para el raro efecto de endurecimiento. Sin dar tiempo a que los electrones reaccionasen del modo en que lo harían bajo circunstancias normales, el resultado final de la cascada de efectos exóticos fue que los enlaces entre átomos se hicieron más fuertes.
A diferencia de muchos otros materiales, calentar los electrones en el oro con un pulso ultracorto de láser aumenta la fuerza de unión de los enlaces entre los iones, produciendo una red cristalina más dura, con un punto de fusión más alto.
El efecto del endurecimiento de los enlaces en el oro ya había sido predicho de manera teórica. Ahora, los autores de este nuevo estudio lo han observado por primera vez.
Ralph Ernstorfer y su equipo emplearon una técnica que puede describirse como una cámara para hacer películas en la escala atómica. Enviando pulsos de electrones de femtosegundos de duración a través de un delgado cristal de oro, se grabaron los movimientos atómicos de los iones en tiempo real mientras se calentaba el material con los láseres. Midiendo la velocidad de calentamiento producida por ellos, la amplitud de los movimientos atómicos, y por último, fundiendo el cristal, pudo inferirse el cambio inducido en la estabilidad de la red cristalina.
VÍCTOR LÓPEZ GARCÍA